La FLEXIBILIDAD Y LA SALUD
1.- Concepto de flexibilidad
La persona flexible puede realizar muchas tareas cotidianas con eficacia y sin riesgo de lesión: agacharse, estirarse para recoger un objeto, etc. Sin flexibilidad no se podría realizar ningún movimiento.
La flexibilidad es la capacidad física que permite realizar movimientos con gran amplitud de recorrido.
¿SABÍAS QUE…?
Mantener ciertas posiciones durante mucho tiempo provoca un acortamiento de los músculos y un anquilosamiento de las articulaciones, lo cual predispone a padecer ciertas enfermedades.
2.- Componentes de la flexibilidad
La flexibilidad está condicionada por dos componentes: la movilidad articular y la elasticidad muscular.
La movilidad articular es la posibilidad de movimiento de una articulación.
La elasticidad muscular es la capacidad de los músculos y tendones para elongarse y volver a su forma original.
¿SABÍAS QUE…?
Además del factor genético, la flexibilidad de una persona depende de factores como:
La inactividad: produce atrofia muscular y la pérdida de elasticidad.
La edad. Los niños pequeños son muy flexibles porque su desarrollo muscular y óseo no se ha completado.
El sexo. En general, las mujeres son más flexibles que los hombres porque suelen tener menos masa muscular.
La temperatura: los músculos se estiran más con una temperatura cálida y un trabajo previo de calentamiento.
La flexibilidad depende de muchos otros factores: la hora del día, el estrés, o la fatiga, pues un músculo cansado se estira con mayor dificultad.
3.- Efectos saludables del trabajo de flexibilidad
1.- Postura corporal correcta y equilibrada, sin alteraciones de la columna vertebral.
2.- Se pueden efectuar tareas cotidianas con eficacia.
3.- Menor riesgo de lesiones articulares y musculares, causadas por movimientos bruscos al realizar movimientos amplios.
4.- Facilita el riego sanguíneo de los músculos.
5.- Como reduce el tono muscular, se consigue un estado de relajación.
4.- ¿Cómo se mejora la flexibilidad?
La flexibilidad se entrena mediante ejercicios específicos, distintos a los que se utilizan para mejorar otras capacidades físicas, que pueden tener un carácter dinámico o estático, según haya o no movimiento.
Los ejercicios dinámicos, también llamados ejercicios balísticos, consisten en mover un segmento corporal de manera progresivamente acelerada hasta llevar la articulación a su límite de recorrido, y después volver en la dirección contraria para adoptar la posición inicial.
Los ejercicios estáticos, también conocidos como estiramientos o stretching, consisten en adoptar una posición en la que las articulaciones se sitúan en su máximo recorrido, la cual se mantiene, localizando la elongación de la musculatura durante un tiempo determinado, entre 5 y 40 segundos.
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